Todos queremos asegurarnos de que nuestros niños reciban suficientes alimentos equilibrados para mantener sus estómagos satisfechos y sus cuerpos sanos. Pero en el caso de los niños pequeños, la hora de la comida puede ser un éxito o un fracaso, ya sea porque son quisquillosos, porque hacen valer su opinión («¡Me has dado el plato equivocado!») o simplemente porque les resulta difícil quedarse sentados. Además, las barriguitas se llenan con solo un poco de comida.
Las meriendas son una forma de asegurarte de que tu niño recibe las calorías y los nutrientes que necesita. La clave de una merienda saludable es hacer que esos bocados entre comidas sean densos en nutrientes y estén bien repartidos.
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Opciones de meriendas saludables para los niños pequeños
Cuando se trata de una merienda, la pregunta más importante es: ¿qué tan saludable es? La fruta y la verdura frescas son el mejor aliado. Añade una proteína (como el queso o la mantequilla de frutos secos) o un hidrato de carbono (como las galletas saludables o el pan integral), y tendrás una merienda deliciosa y equilibrada.
Una regla general es limitar los alimentos procesados. Pero cuando se opte por algo envasado, cuantos menos ingredientes, mejor. Y vigila el sodio y el azúcar; quizá te sorprenda la cantidad de azúcar que contienen alimentos como el yogur para bebés o el jugo de frutas.
Aquí tienes algunas opciones de meriendas saludables para niños pequeños, junto con sugerencias sobre el tamaño de las porciones (es fácil sobreestimar la cantidad de comida que cabe en la barriga de un niño pequeño). Recuerda que se trata de sugerencias. Siempre recomendamos consultar las necesidades nutricionales individuales de tu niño con tu pediatra.
- 1/3 de taza de avena con frutos rojos
- Rodajas de manzana (cortes finos) con mantequilla de maní
- 1 rebanada de pan integral con pavo y aguacate
- Un huevo duro
- Zanahorias (cortes finos) con hummus
- Una taza pequeña de batido – (¡Interminables opciones! Añade fruta, espinacas, mantequilla de frutos secos…)
¿Cuándo deben merendar los niños?
Los expertos recomiendan crear rutinas para la merienda. Las rutinas, en general, ayudan a los niños a desarrollar la autorregulación, y las rutinas de merienda pueden ayudar a promover la alimentación consciente. La mayoría de los niños necesitan una merienda por la mañana y otra por la tarde, justo entre las comidas.
Cuando tu niño merienda, lo mejor es que se siente y coma, igual que cuando come. Si estás fuera (en el parque, por ejemplo), haz que tu niño se tome un descanso para jugar y se siente a la hora de la merienda. Esto no solo le ayuda a aprender a disfrutar de la comida y a prestar atención a lo que come, sino que también es más seguro que comer sobre la marcha. Además, si te sientas con ellos a la hora de la merienda: Obtiene todos los beneficios extra de una «comida familiar».
Algunos niños pequeños pueden necesitar unos cuantos bocados o sorbos de algo antes de acostarse (de nuevo, consulta con tu pediatra al respecto) para nivelar el azúcar en sangre y ayudarles a dormir. Sin embargo, es importante evitar el exceso de azúcar o de chocolate antes de acostarse, ya que podría sabotear el objetivo de dormir mejor.
Merendar es una parte normal y saludable de la infancia. Visita este artículo para conocer más consejos de nutrición para niños pequeños.